martes, 8 de julio de 2014

La suba de la Bolsa puede tener los días contados

El mes de julio comenzó para las acciones con la misma tónica alcista con la que finalizó el primer semestre del año. Mi intuición me dice que el rally podría quedarse sin piernas. Algunos datos concretos también me lo confirman.
Por Diego Martínez Burzaco
Las acciones estadounidenses se han mostrado invulnerables en estos últimos 18 meses. Si 2013 fue un año inolvidable para los inversores, la extensión del rallyalcista en el primer semestre de este año ha traído aún mejores noticias.
ImageAl momento de escribir esta columna, las acciones tecnológicas del Nasdaq mostraban un avance anual de 8,5% mientras que las nucleadas en el Standard & Poor's 500 acumulaban subas de 7%.
Sin dudas esta performance es insuperable. Y quienes se animaron a invertir una buena parte de sus ahorros en estos activos de riesgo han logrado una rentabilidad sin precedentes en el último año y medio.
Sin embargo, un sabio operador del mercado al que siempre me gusta hacer referencia diría: "los árboles no crecen hasta el cielo".
Algo que puede ser muy cierto ahora.
A pesar de que el mes de julio inició con la tendencia alcista de las acciones que venía verificándose en la primera parte de 2014, observo, a diferencia de la gran mayoría de los analistas, cierto agotamiento del ciclo.
¿En qué me baso para sostener esta idea? En los factores que describiré a continuación:
1. En reiteradas ocasiones suelo mencionar que los mercados se anticipan a los ciclos económicos. No es una idea propia, sino que la historia así lo demuestra. La suba de las acciones ha anticipado la recuperación de la economía estadounidense que se observó recientemente.
No se deje confundir por el hecho de que el PBI de ese país se haya contraido en un 2,9% en el primer trimestre respecto del mismo periodo del año anterior, ya que jugó la estacionalidad climática de manera adversa: la economía se expande y a un ritmo sostenido en muchos sectores. El mercado de real estate está en auge, la construcción también registra niveles altos, la venta de automóviles está en niveles récord y el sector financiero volvió a registrar cuantiosas utilidades.
La Bolsa ya se fue adelantando a éstos y el margen para continuar el rally basado en las perspectivas futuras de recuperación económica se achica considerablemente.
2. Las operaciones de "trading" (compra y venta de activos de manera rápida en un período de tiempo relativamente corto) han caído considerablemente. En mayo, el volumen diario promedio de trading llegó a 5.800 millones de acciones, menos de la mitad del volumen promedio negociado en los tiempos de crisis financieras en 2008.
Esto demuestra desinterés de los inversores, poco entusiasmo por el mercado y pesimismo de cara al futuro. Asimismo, las apuestas abiertas en contra del S&P 500 (bearish strategy) han crecido considerablemente en las últimas semanas.
3. Finalmente, el análisis comparativo respecto a los dos últimos períodos de corrección del mercado abre un escenario donde la bolsa puede recortar parte de la suba actual.
Veamos el siguiente gráfico:
En marzo de 2000, cuando se produjo la explosión de la burbuja tecnológica, las acciones ciertamente parecían sobrevaluadas si la medíamos por el indicador Precio/Ganancia Esperada. Ese indicador otorgaba un nivel de 25,6 veces para el S&P 500, muy por encima del promedio histórico de 13,5 veces, por lo que la corrección era fuertemente esperada.
Claramente es un contraste respecto de la situación actual, donde el mercado cotiza a una relación de Precio/Ganancia Esperada de 15,6 veces. Al parecer no es un síntoma de sobrevaluación de los activos, si consideramos los niveles del año 2000.
Sin embargo, si simplificamos el análisis solamente a este parámetro podríamos cometer un error. En octubre de 2007, cuando explotó la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y el mercado corrigió el mercado de una manera sin precedentes, el ratio precio/Ganancia Esperada era de tan sólo 15,2 veces, por debajo del nivel actual.
Y adicionalmente la tasa de rendimiento del bono del Tesoro estadounidense era de 4,7%, prácticamente el doble del 2,5% actual.
Lo que intento señalar con esto último es que desde el punto de vista de la relajación monetaria y la liquidez, el actual mercado alcista goza de mejores condiciones que el que colapsó en octubre de 2007.
Pero sabemos que esta liquidez no durará por siempre. Ya lo vengo anticipando desde hace algunas semanas. De hecho, en mi última columna "El dinero tiene un costo" dejo en claro mi postura.
Por todo lo anterior es que pienso que la tendencia alcista del mercado se verá interrumpida en algún momento de este nuevo semestre. El timing es determinante, pero como inversor no me mostraría tan confiado y destinaría tiempo para delinear una estrategia que proteja las ganancias obtenidas hasta el momento.
No desespere, sino actúe.
"A su lado en los mercados". Diego Martínez Burzaco.
FUENTE: PUBLICADO EN INVERSOR GLOBAL - Newsletter Semanal - Enviado por mail

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