viernes, 3 de julio de 2015

Las comparaciones no son odiosas por Nery Persichini

ImageUna vez más voy a desafiar la regla y el dicho popular de que “las comparaciones son odiosas”: hoy le presento una herramienta de gran utilidad para elegir buenas acciones que descansa en el terreno del parangón​. Disfrute su lectura.
Desde hace siglos que una de las máximas del comercio es “comprar barato y vender caro”. Este principio también es aplicable para quienes operan en la Bolsa.
En los mercados de bienes, identificar si estamos en presencia de un valor alto para un bien es algo relativamente sencillo. Por ejemplo, usando el precio en pesos -o cualquier moneda- es posible comparar bienes y servicios de todo tipo.
En contraste, aplicar un criterio meramente “monetario” no es posible en el mundo de las acciones.
¿Por qué? Veamos…
Por caso, la acción de Banco Macro (BMA) cuesta alrededor de $ 59 mientras que la de Banco Hipotecario (BHIP) cotiza en torno a los $ 5,60. Pero no por ello podemos afirmar sin dudar que la segunda es más barata que la primera. (*)
Entonces, ¿cómo saber cuándo una acción es barata o es cara?
Una respuesta rápida es la relación Price-Earnings (P/E) o Precio-Ganancias.
La fórmula del P/E consiste en dividir el precio de mercado de una acción por la ganancia por acción.
Vamos por partes…
El numerador es el valor al que cotiza el papel y está determinado por la oferta y la demanda. Es un dato que se obtiene de la Bolsa.
El denominador, en tanto, tiene que ver con el balance de la compañía. Se trata de la ganancia neta de la firma dividida por la cantidad de acciones emitidas. De allí, obtenemos la ganancia por acción.
El ratio P/E más utilizado usualmente es el que se obtiene considerando la ganancia por acción de los últimos 4 trimestres. Se conoce como trailing P/E.
Cuando se utilizan los beneficios que se esperan que tenga la firma en los siguientes 12 meses, entonces arribamos a lo que se conoce como forward P/E.
Hecha la explicación del cálculo, ahora le voy a explicar cómo interpretarlo.
La lectura del P/E nos dirá cuántos períodos de ganancias son necesarios para “pagar” el costo de la acción. Esto quiere decir que el P/E da una noción de cuántos años hacen falta para recuperar la inversión (payback).
Como ejemplo, supongamos que una firma tiene un P/E de 8 veces. Esto implica que si la empresa gana lo mismo durante ocho años consecutivos y distribuye toda esa ganancia a los accionistas en dividendos, entonces un inversor recupera la plata pagada hoy por la acción en 8 años.
Cada sector o industria maneja P/E distintos en promedio.
Generalmente, un P/E elevado sugiere que los inversores esperan un crecimiento mayor de la compañía y de sus ganancias en el futuro y es por eso que están dispuestos a pagar un precio elevado. Un ejemplo es el sector tecnológico, de gran potencial por delante.
A pesar de estas bondades, hay que tomar ciertos recaudos y no ver como una verdad absoluta todo lo que dice este indicador. No es el único parámetro de decisión de una inversión.
Entonces, ¿por qué el ratio no siempre cuenta la historia completa?
Básicamente porque el P/E no sirve para comparar empresas de distintas industrias.
Como le mencioné antes, según el tipo de compañía que se trate (financiera, petrolera, siderúrgica, etc.) el P/E cambia significativamente. Por ejemplo, las empresas tecnológicas tienen ratios Precio-Ganancias mucho más elevados que las compañías de servicios públicos.
Por lo tanto, se debe comparar el P/E de empresas que pertenezcan a un mismo sector.
Otra excepción es que cuando comparamos empresas, los P/E van a ser muy distintos si las compañías reinvierten o no sus dividendos. Por eso, las firmas que distribuyen utilidades entre los accionistas suelen tener un P/E inferior que el de aquellas que reinvierten sus beneficios para seguir creciendo.
Un último detalle a tener en cuenta…
No se puede calcular el P/E de empresas que están perdiendo dinero. El motivo es simple. Al tener el denominador negativo, el ratio pierde sentido económico -en este caso, sugiero estudiar indicadores alternativos-.
Entonces, considerando estas excepciones, el uso del P/E es muy recomendable para comparar:
Dos empresas del mismo sector
Una empresa versus el promedio de la industria a la que pertenece
P/E de una empresa versus su ratio Precio-Ganancias histórico
Ahora bien, hechas estas aclaraciones, pasemos a un ejemplo práctico.
Uso del ratio Precio-Ganancias en la Bolsa de Buenos Aires
Adentrándonos en el mercado local, vamos a comparar dos empresas de un mismo sector muy importante para nuestro país: el petrolero.
Los papeles que nos interesa analizar son: YPF (BCBA: YPFD) y Petrobras Argentina (BCBA: PESA).
El cálculo está resumido en la siguiente tabla

A los actuales precios de la acción de YPF, un inversor espera recuperar su inversión en ese papel en 16,8 años. Esto quiere decir que si YPF distribuye todas sus ganancias en forma de dividendos anualmente se “amortizará” en casi 17 años.
Petrobras Argentina, por su parte, tuvo un traspié importante en sus resultados de 2014. Tuvo que reconocer pérdidas millonarias en la valuación de sus activos. Esto perjudicó su ratio P/E que, con 29,3 años, nos indica que el costo de recupero de la inversión es casi el doble que en el caso de YPF.
Entonces, como ciertas apariencias, los precios también engañan. En el terreno de las acciones, no es más barato lo que cuesta menos sino lo que se recupera más rápido.
Y de la comparativa se desprende que YPF es más conveniente en términos de P/E.
Como mencionaba previamente, el análisis se enriquece con otras variables. En el caso de YPF tiene en su poder el segundo yacimiento de gas no convencional más importante del mundo por lo que un manejo eficiente de este recurso podría impulsar el crecimiento encadenado de producción, ventas, ganancias y dividendos por acción.
En conclusión, el P/E es una herramienta poderosa para comparar acciones. Recuerde mirar el P/E de compañías competidoras del mismo sector.
El P/E es un “faro” que lo guiará para tomar mejores decisiones bursátiles.
Y, finalmente, da algo de claridad sobre lo que el inversor Jim Rogers sintetiza de maravilla:
“Comprar barato y vender caro es bastante sencillo. El problema es saber qué es barato y qué es caro”.
Por una nueva inversión exitosa,
Nery

(*) A pesar de la diferencia de precios de las acciones, el P/E de BMA es 10 años, mientras que el de BHIP es 16 años.
FUENTE: Publicado en Inversor Global - Newsletter semanal - enviado por mail

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